Nos encontramos al principio de un nuevo año; 365 nuevos días; 8.760 horas listas para ser invertidas o malgastadas. Planteémonos nuevas metas, creemos nuevos proyectos, aprendamos nuevas cosas, mezclémonos con nuevas personas, etc. Es un nuevo comienzo, una nueva oportunidad, aprovechémosla al máximo.
Te propongo lo siguiente para el 2014:
- Dejemos lo malo atrás.
Las tristezas, fracasos, traiciones y todo lo negativo que vivimos en el 2013 se quedó ahí, en el pasado. Lo importante es que comprendamos que las cosas pasan por algo y que debemos tener fe en que mejores cosas vendrán. No traigamos a este nuevo año recuerdos que nos pongan tristes, eso solamente nos debilita. Todo lo malo ocurrido trajo consigo lecciones. Solo es cuestión de reflexionar y buscar la enseñanza que hay detrás. De esta forma, estaremos preparados para este 2014, más sabios y fuertes, listos para enfrentar cualquier cosa que se nos ponga en frente.
- Seamos agradecidos.
Aunque el 2013 haya tenido momentos turbulentos, también debemos reconocer todo lo bueno que trajo consigo y ser agradecidos. A veces se nos hace más fácil pensar que el Universo, que la vida y que todos los demás están contra nosotros, pero no somos lo suficientemente humildes para reconocer todos los “milagros” que también nos tocó vivir. Seamos positivos y confiemos en que este año será un millón de veces mejor que el anterior y reconozcamos y seamos agradecidos por todo lo bueno que tenemos ahora.
- Hagamos nuevos amigos.
Salgamos de nuestra área de confort e iniciemos charlas con desconocidos, gente con quien nunca nos relacionaríamos, personas totalmente diferentes a nosotros. Escuchemos lo que tienen que decir y aprendamos de ellos.
- Aprendamos a ser felices con las cosas más sencillas.
Solemos decirnos a nosotros mismos que nos permitiremos ser felices cuando tengamos cierta cantidad de dinero, cuando encontremos al amor de nuestras vidas, cuando iniciemos una familia, cuando consigamos tal trabajo, etc. De esta forma nos olvidamos y dejamos de valorar nuestro presente; posponemos nuestra felicidad a un futuro incierto. Olvidémonos del mañana por un momento y detengámonos a observar con nuevos ojos un amanecer, los pájaros que visitan nuestro jardín, la inocencia de los niños jugando, la sonrisa de nuestros seres queridos, etc.
Hay tantas cosas alrededor nuestro que pasamos por alto. Cambiemos la forma en que las miramos, como si fuera la primera vez, como si todo fuera un milagro, como si fueran señales y mensajes del universo, como si todo fuera mágico. Nuestra vida comenzará a sentirse “mágica” y especial también.
- Seamos libres.
Que no te importe lo que los demás piensen de ti. Baila y canta como si nadie te estuviera viendo. Vístete como quieras, como te sientas. Sal a correr bajo la lluvia. Dale un abrazo a alguien sin ningún motivo. Haz lo que siempre tuviste miedo a hacer. Libérate de personas negativas. Trata de ver menos noticias. Evita el mayor tiempo posible de revisar tu celular. Tómate un helado gigante de chocolate con extra crema y chispas de colores. Sé que a veces hacer todas estas cosas es difícil en este mundo moderno, lleno de obligaciones, pero por lo menos un día a la semana, tratemos de ser libres.
- Volvámonos ricos.
Estoy hablando de obtener la “verdadera” riqueza, esa que ni el dinero puede comprar. Adquiramos esos “tesoros” que nadie nos puede quitar. Esas cualidades que cada vez son más escasas en las personas. La lealtad, la integridad, las ganas de trabajar, la facultad de levantarnos después de haber caído, el poder perdonar los errores de los demás, el respetarnos y querernos a nosotros mismos, la capacidad de escuchar a los demás, el dar sin esperar nada a cambio, el valor de aceptar nuestros errores y pedir perdón, el amor a nuestros cuerpos comiendo saludable y haciendo ejercicio, el dejar de juzgar a los demás, el actuar más y dejar de crear excusas menos, el hacer saber a los demás saber cuánto los apreciamos y valoramos, el ser humildes, la capacidad de soñar y ser positivos, el desprendernos del pasado y enfocarnos en el presente, etc.
Paso a paso podemos ir cambiando el mundo y volviéndolo un lugar mejor. Un lugar rico en “humanidad” y dejando un gran legado a las generaciones futuras.
- Demos más.
Muchos creemos que para poder dar a los demás primero debemos tener más. Nos llenamos de excusas por las que en este momento no podemos realizar cierta donación o colaborar con cierta causa. Pero la verdad es que si nos esforzamos un poco podemos encontrar nuevas formas de dar. Ordenemos el cuarto de un hermano. Sorprendamos a alguien con un ramo de flores. Ayuda con las bolsas de mercado a alguna señora. Regálale una sonrisa a un extraño. Invita un helado a un niño. Deja mensajes inspiradores en algún ascensor o en algún auto.
En fin, para dar no siempre se necesita mucho dinero, puedes empezar dando tu tiempo, tu alegría y tu energía positiva, solo hace falta tu creatividad.
- Vivamos la vida que queremos.
Empecemos a ser quienes queremos ser. Pensamos que vamos a comenzar a vivir de verdad a cierta edad, con cierta casa, con cierto cuerpo, etc. Y así pasan los años y se nos pasa la vida. Empecemos ahora a comportarnos como las personas que queríamos ser cuando éramos niños. ¿Querías tener una vida elegante y glamorosa? Ponte una bufanda al cuello para ir al mercado y llena tu casa de flores. ¿Querías ser un hombre reconocido por la sociedad? Comienza a involucrarte con los asuntos de tu vecindario y en el colegio de tus hijos. ¿Soñabas con tener autos de lujo? Comienza por tener limpio y brillante el que tienes ahora y cuando lo manejes siente que vale un millón de dólares. No esperemos a que llegue "el futuro" para comenzar a vivir. Empecemos ahora, con lo que tenemos, sin quejarnos, sin añorar lo que pudo haber sido o lo que podría ser, simplemente valorando lo que tenemos en el presente.
- Haz de tu vida una obra de arte.
Pon tu esfuerzo, espíritu y creatividad en todo lo que hagas. Desde lavar platos, hasta darte un baño. Tu vida es tu película, tú eres el actor principal. Da lo mejor de ti en cada escena. Se un buen ejemplo para los demás, inspira con tus actos. Toma clases de idiomas, pintura o lo que quieras, aprende constantemente nuevas cosas. En este nuevo año renuévate, muéstrale al mundo tu versión mejorada. Demuestra que no importa la edad, los obstáculos que te tocaron, tu situación familiar o cuanto dinero tienes para ser una mejor persona, para superarte a ti mismo, para comenzar de nuevo, para conseguir tus sueños, para empezar a vivir y disfrutar el mejor año de tu vida.
