Todos tenemos días tristes por diferentes motivos. No nos dan ganas de levantarnos, no queremos arreglarnos, reír es imposible, etc. Debemos saber que podemos cambiar este estado si nos esforzamos un poco. Si no queremos vivir presos de estos "malos días" es bueno preparar con antelación una lista de cosas que nos pueden ayudar a cambiar el humor y vencer así la negatividad.
Las siguientes actividades pueden ayudarte a cambiar tu actitud:
Estas son solamente sugerencias. Prepara tu propia lista y verifica que cosas funcionan para ti. Crea tu plan de contingencia para que la próxima vez que te sientas bajoneado sepas como superar rápidamente esa situación y recuerda que se requiere el mismo esfuerzo para crear una actitud negativa que para estar alegre. Eres responsable de tu propia felicidad.
Las siguientes actividades pueden ayudarte a cambiar tu actitud:
- Oblígate a sonreír. Fuerza los músculos de tu rostro y crea una sonrisa. Este gesto mandará señales positivas a tu cerebro y este las mandará al resto de tu cuerpo. Recibirás una sensación de alivio, de tranquilidad y de felicidad. Es una forma de engañar a tu cabeza y hacerle creer mediante un gesto externo de que te sientes alegre. Con la práctica encontrarás cada vez más fácil el cambiar tu humor con una sonrisa "forzada" que luego se convertirá en verdadera.
commons.wikimedia.org - Escucha música que te alegre. Prepara una lista de canciones que siempre logren subirte el ánimo. Escúchala en tu casa, en la ducha, en el auto y donde puedas. Notarás como se eleva la frecuencia de tus emociones. Ponla a todo volumen y canta con todas tus ganas.
- Una buena sesión de humor. En estos tiempos modernos es muy fácil encontrar en Internet todo tipo de material humorístico: videos, fotos, etc. La terapia del humor es recomendada incluso para la curación de enfermedades.
- Consiéntete. A pesar de que no tengas ganas, levántate, alístate con tu ropa preferida, hazte un lindo peinado y esfuérzate por lucir bien. Ve a la peluquería, a un spa o prepárate un baño de espuma con sales aromáticas y velas.
quevivaeldeporte.com - Ve de compras. No necesitas derrochar dinero, solo comprar algo que te agrade; darte un gusto.
- Haz ejercicio. Oblígate a hacer algún tipo de ejercicio y verás como las endorfinas lograrán mejorar tu ánimo.
- Ve por una caminata. Sal a pasear, recorre nuevos lugares, admira el paisaje y escucha los sonidos de la naturaleza.
- Dulces. Puede ser una torta de chocolate, una caja de bombones, un helado, etc. Solo por hoy olvídate de dietas y demás y date un gusto culposo.
- Perros. Es muy conocida en el mundo la eficacia de la terapia con animales a la hora de ayudar a pacientes con enfermedades físicas y mentales. Visita a algún amigo que tenga un perro, o ya sea el tuyo y acarícialo, juega con él y absorbe todas esas buenas vibraciones que nos ofrecen estos amigos leales, toda su energía pura, su alegría.
- Cambia tu rutina. Toma un camino diferente para ir al trabajo, vístete con algo que nunca hayas usado, cambia tu peinado, ve una película que nunca verías, etc.
cbsnews.com - Ordena tu casa. Tu mente recoge todo lo que ve a diario, así que si tu cuarto esta desordenado o tu sala está sucia, lo más probable es que tu mente este en las mismas condiciones.
- Haz una buena obra. Hay un dicho que indica que la mejor forma de ayudarte es ayudando a los demás. Así que sorprende a algún extraño con un acto de bondad, haz una donación a algún hogar, mándale flores a alguien, visita a quien tenías olvidado, etc.
- Desahógate. Escribe todo lo que te aqueja en un papel y luego quémalo. Llora y grita todo lo que puedas. Una vez que te hayas desahogado ya no tendrás más fuerzas para seguir con tu mala actitud. Entonces, prométete seguir adelante y que la próxima vez que te sientas así no dejaras que esta actitud te venza.
- Haz una lista de las cosas por las que estas agradecido. A veces la tristeza nos llega cuando nos enfocamos en lo que no tenemos o en lo que tienen los demás. Pensamos que si tuviéramos esas cosas podríamos ser felices. Enfócate en lo que ya tienes y piensa que hay alguien allá afuera que te ve como alguien muy afortunado y que desearía tener lo que tú tienes.
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